miércoles, 13 de junio de 2012

Cruzar


¿Cuántas veces cruzamos una calle? Esa pregunta me hice mientras sostenía fuerte un cigarrillo en la esquina de casa, no quería ir a ningún lugar. Sin embargo, estaba ahí. En la esquina de casa, esperando a que cambie la luz del semáforo y cruzar. No sé si pasaron diez minutos o tres segundos, el tiempo no era lo importante sino comprender el porqué de cruzar la calle. Cruzar, ¿y qué? ¿Qué hay del otro lado diferente a lo que vemos desde esta vereda? Puedo ver la otra esquina y ya sé que está ese gran tacho de residuos, todas esas bolsas negras abiertas y un cartel que promociona algo que no es de mi interés. Veo todas esas cosas pero quiero seguir estando en la otra esquina, quiero cruzar.